jueves, 15 de febrero de 2007

Epidural, ¿todo ventajas?


Hoy en dia, pocas mujeres se plantean dar a luz sin epidural. Sin embargo, es una decisión que hay que valorar convenientemente, ya que según las últimas investigaciones no todo son ventajas, y lo que parece ser un buen alivio del dolor del parto puede tener también complicaciones.


La epidural logra una potente anestesia de la parte inferior del cuerpo, por lo que hay una gran pérdida de control y de sensibilidad por parte de la madre en el nacimiento de su hijo. El útero necesita contraerse potentemente en la fase de expulsión del bebé, y debido a la epidural es necesario una dosis extra de oxitocina para lograr este efecto. Por otra parte, para que el pujo sea eficiente, es necesario que la madre tenga plena conciencia de su cuerpo, de las contracciones, de la posición y el recorrido del feto es su camino hacia el exterior...sensaciones que se ven fuertemente disminuidas por la epidural y que hace necesario en mayor medida el uso de forceps, ventosas y demás instrumentos para optimizar la salida del bebé. Cuanto más instrumentalizado sea el parto, mayor riesgo existe de dañar tejidos musculares, nerviosos, con el consiguiente riesgo de sufrir alguna patología del suelo pélvico.


A todos estos riesgos, además hay que sumarle la reciente publicación en la "International Breastfeeding Journal" en la que se relaciona la epidural con problemas en la lactancia de los bebés durante los 6 primeros meses. El estudio comprende 1280 mujeres, y en él se ha comprobado que algunos bebés han mostrado retraso en el reflejo de succión y mayor incidencia de gases. Segun la doctora Siranda Torvaldsen, profesora de la universidad de Sydney y directora de la publicación, algunos de los compenentes presentes en la epidural pueden atravesar la placenta, alcanzando así al feto.


Actualmente se está investigando sobre el uso de otros análgesicos que permitan el alivio del dolor en el parto y que tengan menos contraindicaciones que la anestesia utilizada actualmente.

Tampoco hay que infravalorar el uso de medidas alternativas en el control del dolor, algunas con demostrada eficacia, como la acupuntura, la homeopatía, la meditación, o el uso de corrientes analgésicas, con las que se han obtenido resultados satisfactorios en algunos estudios.


Esperemos que se avance en estas investigaciones y pronto podamos disponer de un método eficaz, más inocuo y sobre todo que nos permita vivir conscientemente nuestros partos.

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